Más coincidencias

Es muy interesante ver qué sucede cuando establecemos el año 30 como el año del sacrificio de Yeshúa en lugar del año 33. Recordemos que esta es una gran probabilidad, pero no es un dogma. Nadie sabe la verdad absoluta sobre la cronología correcta de la Biblia.

Si Yeshúa hubiera dado su vida en sacrificio el 4 de abril del año 30 (calendario gregoriano), resulta curioso ver que el Día de YEHOVAH para los judíos llegó exactamente a los 40 años más tarde, después de la Pascua del año 70.

Ahora bien, hay algo más curioso todavía. No olvidemos que el cambio hacia el año 30 EC  va acompañado del cambio al año 1516 aEC, en el caso del Éxodo de Israel. A su vez, con este criterio, aplicamos como verdad que Jacob ingresó en la tierra de Egipto en el centro de los 430 años que hubo entre la entrada de Abrahán en la tierra de Canaán y la salida de Israel de la tierra de Egipto, es decir, ahora en el año 1731 aEC.

En realidad, Jacob y sus hijos vinieron a Egipto después que José le había dicho, más de una vez (clave bíblica), que todavía quedaban cinco años de hambre, donde no hay siembra ni siega. Estos cinco años son la representación de cinco Tiempos, o sea, 1800 años. Y el Día de YEHOVAH es como un día de siega, según las ilustraciones de Yeshúa.

Así pues, resulta iluminador ver que realmente habrían precisamente 1800 años desde la entrada de Jacob en Egipto (mes del Abib de 1731 aEC) y el juicio de YEHOVAH contra los judíos (mes del Abib de 70 EC).

Por otro lado, también resulta interesante la configuración del período de siete Tiempos, en el caso de la venida del Mesías en el primer siglo. Si Yeshúa murió y resucitó en el año 30, y con ello vino el espíritu de YEHOVAH sobre los primeros cristianos, unos siete Tiempos antes de ello fue el año 2491 aEC, es decir, 120 años antes de 2371 aEC, cuando vino a existir Arpaksad, el primer hijo de Sem. Y si la obra misma de Yeshúa duró 490 días, como parece indicar una evidencia reciente, entonces el Diluvio tuvo lugar a los 2400 años antes del bautismo de Yeshúa. Esa separación de tiempo habría estado entre el otoño de 2373 aEC y el otoño de 28 EC.

Recuérdese que estamos visualizando la gran probabilidad de que el Milenio del Mesías comience en el séptimo mes de 2024 (entre septiembre y octubre). Luego, tenemos como clave cronológica que desde que empiezan los 1290 días hasta el final del Día de YEHOVAH hay cuatro años y medio (los 1600 "estadios" de Revelación 14 ó los 1655 días representados por los 1655 años que hubo desde Adán hasta el Diluvio). Eso significa que el margen de tiempo que queda está reducido, llegándose a ver que el Día de YEHOVAH, si culmina en 2024, podría comenzar en 2023, y así los 1290 días comenzarían entre 2019 y 2020.

Con esta insinuación, creo que llega el momento para establecer con más claridad cómo encajaría lo del Factor Centésimo del Año Solar. Quizás estamos más cerca de lo que creemos. Al haber movido el principio de Adán de 4026 aEC a 4028 EC, es patente que el Diluvio Volcánico tiene lugar dos años antes de 2022, por lo menos.

Estemos alertas.

Julius Corvus.