domingo, 10 de junio de 2018

Los volcanes y el gran final

Ha llegado el momento de afrontar una realidad sobre el fin de la historia del hombre. Se hace patente cada vez más que Yehóvah utilizará como instrumento para renovar la superficie de la Tierra los volcanes. Se cumplirá, en sentido literal, lo que se predijo cuando se expulsó a los cananeos de la Tierra Prometida:

En consecuencia la tierra está inmunda, y traeré sobre ella castigo por su error, y la tierra vomitará a sus habitantes. (Levítico 18:25.)

Los terremotos, que están aumentando en estos últimos años, también están asociados a este problema de los volcanes. Así pues, se espera que ocurra una cadena de terremotos muy severa, acompañado de varias erupciones volcánicas, en estos días. Esta cadena de terremotos sería lo que la profecía describió como el Gran Terremoto por la apertura del Sexto Sello.

Al respecto, una profecía de Joel se expresa de este modo:

”Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. El sol mismo será convertido en oscuridad, y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor. Y tiene que ocurrir que todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama.” (Joel 2:30-32.)

Y vemos que eso ocurre cuando estalla un volcán: Fuego rojizo como sangre, y columnas de humo que pueden oscurecer el sol y poner la luna de color rojo. ¿Será que ya pudimos percibir el medio que se usará para el fin de este sistema de cosas en general?

Muchas personas esperaban que lloviera fuego del cielo, como ocurrió con Sodoma y Gomorra, pero la verdad es que ese fuego no necesariamente viene del firmamento. Los volcanes tienen la capacidad de lanzar fuego y piedras, sobre todo si estallan en muchos lugares del mundo. Y las columnas de humo que producen pueden, literalmente, oscurecer los días y traer un invierno de muchos años de duración. No hay nada como los elementos de la naturaleza para causar destructividad.

No obstante, es sabio por parte de Yehóvah utilizar estos volcanes para limpiar la Tierra. Está demostrado que de los lugares volcánicos salen lugares hermosos y paradisíacos. Véase el caso de Yellowstone y Hawaii.

A decir verdad, parece que la razón por la que Yehóvah utilizó la representación de una columna de humo al tiempo de la liberación de Israel fue que en la parte final de la Gran Tribulación, usará estas columnas de fuego y humo como indicador del camino, figurativamente hablando.

“Toquen un cuerno en Sión, y den un grito de guerra en mi santa montaña. Que todos los habitantes de la tierra se agiten; ¡porque viene el día de Jehová, porque está cerca! Es día de oscuridad y tenebrosidad, día de nubes y densas tinieblas, como luz del alba extendida sobre las montañas. (Joel 2:1, 2.)

ES MÁS QUE EVIDENTE

El apóstol Pedro describió el fin de la historia del hombre y el principio del nuevo mundo de esta manera:

Porque, conforme al deseo de ellos, este hecho se les escapa, que hubo cielos desde lo antiguo, y una tierra mantenida compactamente fuera de agua y en medio de agua por la palabra de Dios; y por aquellos [medios] el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua. Pero por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están guardados para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos. Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años, y mil años como un día. Jehová no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud, pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento. Sin embargo, el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes, serán disueltos, y la tierra y las obras [que hay] en ella serán descubiertas. Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa, esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, por el cual [los] cielos, estando encendidos, serán disueltos, y [los] elementos, estando intensamente calientes, se derretirán! Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar. (2 Pedro 3:5-13.)

Aquí en este pasaje se da a entender que lo que correspondió con el Diluvio, en el caso nuestro, es destrucción por fuego. Yehóvah puede proteger milagrosamente a los sobrevivientes de la Nueva Tierra, pero parece claro que se va a necesitar FUEGO para eliminar todo lo que el hombre alejado de Dios ha construido. Lo más probable es que todas las ciudades desaparezcan del todo, y tengamos que empezar una vida nueva alejados de estos centros de maldad.

Así pues, gracias a esta deducción, lograda en vista del tiempo que vivimos, tenemos más claro que la oscuridad que se avecina vendrá por causa de los volcanes. Este es el año más importante de todos, uno en el que el entendimiento comienza a florecer. Y si a esto agregamos la posibilidad del uso de armas nucleares, que también ocasionan columnas de humo, yo creo que el escenario más oscuro de la historia ya es perceptible.

El nuevo Diluvio ocurrirá en los últimos 1350 días de la historia. Estos, al parecer, comenzarán el 23 de enero de 2021, el día 10 del quinto mes de 2020-2021. Es lo más probable.

2 comentarios:

Derrick dijo...

La Tierra será completamente reducida a cenizas sin vegetación, como lo fue para los israelitas que regresaban de Egipto.

PauLant dijo...

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