Saludos.
Moisés fue ocultado por tres meses lunares después de haber nacido, porque Faraón el rey de Egipto había decretado la muerte de los nacidos. Esto se parece mucho al odio que tuvo Herodes contra Yeshúa, quien había nacido poco antes de la visita de los astrólogos.
Vivimos en un tiempo en el que el Dragón desea devorar al hijo varón que ha de nacer para gobernar sobre la Tierra, y su actitud es la misma que la de Faraón y Herodes.
Ahora bien, si juntamos las señales y las representaciones, veremos que es muy probable que nos encontremos dentro de esos tres meses lunares de la ocultación del niño recién nacido. Se supone que los SIETE TIEMPOS SOLARES de restricción del Gobierno Mundial terminaron al tiempo de la luna llena de junio, tal como se dio a conocer hace poco. En consecuencia, puesto que esa luna llena ocurrió en el cuarto mes, podría ser que esos tres meses lunares terminen al tiempo de la luna llena del séptimo mes, es decir, Etanim (Tishri).
Esta probabilidad es interesante, porque hace poco vimos que lo más probable es que Yeshúa naciera el día 15 de Etanim, es decir, en el primer día de la Fiesta de Tabernáculos. Así pues, tendría sentido.
Recapitulemos:
El Reino del Mesías podría manifestarse como una realidad el 15 de Etanim de 2019, después de haber nacido en los cielos, oculto del Faraón/Herodes moderno (el Dragón). Su nacimiento tuvo lugar alrededor del 15 del mes cuarto, cuando se completaron los SIETE TIEMPOS SOLARES desde el 16 de Etanim de 539 aEC, el día de la conquista de Babilonia, el Gobierno Mundial con autoridad completa.
El toque de la Trompeta que anuncia el Reino del Mesías podría ser escuchado el 1 de Etanim (Día de Estruendo). Es como si el séptimo sello se hubiera abierto para revelar algo que estuvo oculto y que nadie sabía. Eso significaría que la revelación del sexto sello, el Gran Terremoto, tiene que manifestarse y entenderse antes del Día de Estruendo. En este breve espacio, entre agosto y septiembre, por lo tanto, tiene que ser aclarado el misterio de esa gran convulsión mundial que esperamos.
ASUNTOS SELLADOS
Cabe decir lo siguiente. El rollo que el Cordero abre tiene siete sellos. Estos no pueden ser desatados sino por el Cordero mismo. Nosotros no podemos.
Esto quiere decir que la interpretación de estos eventos simbólicos ocurre en tiempos señalados por YEHOVAH. Aunque se tiene una idea general sobre los cuatro primeros sellos, debido a los eventos de 1914 en adelante, lo que se pone de manifiesto en los sellos quinto, sexto y séptimo, todavía no se ha aclarado.
Cuando algo se desata o se expone, no caben dudas. Aquí es donde debemos pensar. Llevamos tiempo acercándonos a las revelaciones sobre la cronología de la Biblia, en busca de verdades que aclaren la venida del Reino de los cielos y la plenitud de Israel y el santuario, pero siempre tenemos la duda de si estamos siendo exactos o no. Así pues, los eventos finales deberán iluminar nuestras ideas, lo cual significaría que, al despejarse toda duda que quede, los sellos habrán sido realmente desatados.
El quinto sello, por ejemplo, debería de quedar claramente entendido cuando se sepa con total seguridad desde cuándo resucitan los santos que se durmieron desde los primeros días del cristianismo. Hasta donde se sabe, esto ocurre durante en toque de la séptima trompeta, la misma que anuncia el Reino.
El sexto sello, por otro lado, quedará confirmado con el Gran Terremoto que se avecina. Ya se puede intuir que este cataclismo tiene varias manifestaciones que convergen. Parece que será una cadena de terremotos en el círculo del fuego del Pacifico y, a su vez, una conmoción total en el mundo de la política, la religión y la economía. Este será un evento que marca la diferencia... De hecho, podría coincidir con el Día de Estruendo, el 1 de Etanim, pero, como dije, el sello será desatado justo a tiempo para entenderlo.
Finalmente, la apertura del séptimo sello nos permitirá entender cómo se cumple lo de las siete Trompetas. El Cordero nos permitirá saber, por fin, la plena realidad sobre estas calamidades que se vienen contra Babilonia la Grande.
El fin se viene. Tengamos la apertura para entender.
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