Sobre la expulsión

Examinando la primera carta de Pablo a los Corintios, puedo ver porqué es importante la expulsión de aquel que, llamándose "hermano" hace prácticas inicuas. Según 1 Corintios 5:4, 5, la persona que está actuando mal debe ser entregada a Satanás, es decir, ser sacada de la jurisdicción de la congregación cristiana y devuelta al mundo, del cual Satanás es el gobernante para que el Espíritu sea salvado en el día del Señor.

Que en el nombre de nuestro Señor Yeshúa, estando ustedes reunidos, también mi espíritu con el poder de nuestro Señor Yeshúa, entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu+ sea salvado en el día del Señor. 

Aquí la Biblia enseña que la expulsión comienza desde una reunión, y que el objetivo es "la destrucción de la carne", es decir, la eliminación de las obras de la carne dentro de la congregación, para que el Espíritu, es decir, el Espíritu santo que se le ha dado a la congregación, no sea afectado EN EL DÍA DEL SEÑOR.

Esto quiere decir que es AHORA, cuando está manifestándose la presencia del Mesías en medio de su pueblo, que no es permisible que haya cosa mala en al congregación de los escogidos.

EL EJEMPLO BASE

En realidad, y pese a las críticas de muchos, Yehóvah mismo dio el ejemplo al expulsar al primer hombre y su esposa del Jardín de Edén. No hay acceso al Santuario para quienes actúan en contra del propósito del Creador del Santuario. En el caso de Caín, esa expulsión llegó a ser más allá de los límites de Edén, hacia la tierra de Nod (probablemente, lo que era Mesopotamia antes del Diluvio).

Se piensa que la expulsión de Adán, que vino acompañada de su condenación a volver al polvo, es LA MUERTE PRIMERA, de la que sí hay resurrección. De hecho, cuando el sistema de adoración de Israel murió por primera vez, en 586 aEC, hubo la restauración unos 70 años después, cuando el templo volvió a funcionar. Eso era, según la ilustración de Ezequiel sobre el valle de los huesos secos, un nuevo comienzo, una nueva creación, por decirlo así.

Por otro lado, lo que le ocurrió al mundo antiguo al tiempo del Diluvio, es comparable a LA MUERTE SEGUNDA, de la que no hay resurrección. En realidad, se piensa que todos los que fueron destruidos en el Diluvio, por ser impíos, no volverán a existir nunca más.

Puesto que se ha llegado a la percepción de que el Jardín de Edén era la franja de Palestina, un territorio demarcado en Ezequiel 40-48, en cuyo centro estaban los dos árboles de Yehóvah, es decir, en los dos montes de Jerusalén, la expulsión de Adán fue hacia el este del río Jordán, los territorios que luego pertenecerían a los árabes, desde EDOM (que representó a Adán en un drama simbólico) hacia toda la península arábiga, que en mi opinión es Edén en su totalidad. Hoy es un desierto.

*Nota*
Caín fue más allá del río Éufrates, símbolo adecuado de un destierro al que después sería sometido el pueblo terco de los judíos. Se ha llegado a ver que una de las ciudades más antiguas fue EREC, y se cree que esa fue la ciudad de Enoc, hijo de Caín. Al parecer, Caín fue expulsado sólo por siete años, pero eso es una forma de interpretación.

La expulsión es como la muerte. A decir verdad, Pablo llegó a citar un pasaje de Deuteronomio 17:7 en su argumentación sobre este asunto: “Remuevan al [hombre] inicuo de entre ustedes.” (1 Corintios 5:13.) Esas palabras se usaron en el pasado en un contexto de condena a muerte. No olvidemos que la Ley de Moisés reflejaba el juicio directo de Yehóvah contra los seres humanos.

Hoy, los cristianos sólo pueden esperar la venganza de Yehóvah. Él se hará cargo de aquellos que le ofenden directamente. Así pues, dejar de asociarse con un expulsado es bíblico y correcto. Lógicamente, no se nos manda que le hagamos gestos de desprecio, porque eso ya es farisaico. Pero, esencialmente, lo que se hace es evitar juntarse con él, porque hay un principio implicado: Esa persona está, por decirlo así, muerta... Por ahora.

Felizmente, Yehóvah es un Dios de esperanza y restauración. Así que, seamos equilibrados en este asunto. Mostremos madurez. Uno no sabe en qué condición se encuentra uno que se fue... No se puede pensar ni bueno ni malo. Sólo orar porque esa persona tenga la oportunidad, que proviene de Yehóvah, de volver. Al final de cuentas, fue Yehóvah quien la atrajo la primera vez. Por algo será.

GUARDEMOS LA FIESTA

Pablo, al hablar sobre mantener pura la congregación, es decir, sin levadura de maldad e iniquidad, dijo que los cristianos estaban GUARDANDO LA FIESTA, con panes no fermentados de sinceridad y verdad (1 Corintios 5:8).

Este pasaje da a entender que los cristianos han sido liberados por el sacrificio de Yeshúa, la Pascua. Desde entonces, desde el primer siglo, todo cristiano se encuentra en el mismo camino que tuvo Israel al salir de Egipto, el mundo de Satanás y sus religiones, así que se encuentra en un estado de transición hacia la Tierra Prometida. Estamos, por así decirlo, guardando la Fiesta de los Panes No Fermentados... Y eso concluirá cuando llegue el Día de Yehóvah.

Que tengan paz los que captan la esencia de lo que se nos quiso enseñar.