La última tribu

Hemos dicho que los hijos de Raquel representaron a los hijos del Pacto Abrahámico que vienen a existir en los tiempos finales. José es la clase del Esclavo Fiel y Discreto, mientras que Benjamín es la clase del último remanente de los 144.000 sellados.

En realidad, las dos últimas tribus del Israel espiritual de Apocalipsis 7 son José y Benjamín. José nació en Abib de 1919 con Joseph Rutherford y sus asociados, después de salir de prisión. Esa señal es indiscutible para los que aprecian la historia del pueblo de Yehóvah. Benjamín, por otro lado, es la clase que nace al morir Raquel, es decir, cuando la Era del Pacto Abrahámico se cierra y se completa el número pleno del Israel espiritual.

La clase Benjamín estaría conformada por 12.000 sellados, según Apocalipsis 7. Pero, parece que Apocalipsis 11 da a entender que al finalizar la obra profética de los Dos Testigos, quedarán 7.000 que morirán cuando se traiga juicio contra la ciudad que en sentido espiritual es Sodoma y Egipto. Esto armonizaría con el drama de Elías y los 7.000 que nunca doblaron la rodilla ante Baal, posiblemente los que salen victoriosos de la adoración de la Bestia y su imagen, junto con la imposición de su marca. Estos son descritos en Apocalipsis 15 de esta manera:

Y vi lo que parecía ser un mar vítreo mezclado con fuego, y, de pie al lado del mar vítreo, a los que salen victoriosos de la bestia salvaje y de su imagen y del número de su nombre, y estos tenían arpas de Dios. Y están cantando la canción de Moisés el esclavo de Dios y la canción del Cordero, y dicen: “Grandes y maravillosas son tus obras, Yehóvah Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Yehóvah y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal? Porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus justos decretos han sido manifestados”. (Apocalipsis 15:2-4.)

A continuación, se derraman las plagas finales del Día de la Ira de Yehóvah, puesto que el Santuario ya empieza a funcionar para los reyes y sacerdotes resucitados.

Ahora bien, es importante discernir, según lo que he estado analizando, que Saulo (Pablo) era de la tribu de Benjamín, y él se consideró a sí mismo el último de los apóstoles de Yeshúa, seleccionado para un ministerio a favor de los cristianos gentiles, principalmente. De esto se da testimonio en sus cartas, especialmente las que se escribieron para los Gálatas y los Romanos.

No es difícil discernir que aquí Pablo representó a la clase Benjamín de nuestros días, así que todo lo que se escribió en sus cartas tiene aplicación específica para nuestros días. Él fue el que llegó a dar testimonio delante del César, así que es Benjamín la clase que ha de enfrentar un juicio directo de la Bestia que está por ascender.

En realidad, la argumentación de Pablo en Romanos 9-11 nos ayuda a entender que el remanente al que se tenía que dar la oportunidad al final de los tiempos es, principalmente, la clase Benjamín. No creo que esto sea coincidencia si se comprende en nuestros días. Pablo mismo dijo que la evidencia de que Yehóvah no había rechazado a su pueblo era que él mismo era de Israel, aunque su ministerio iba dirigido a los gentiles.

El Espíritu da a entender que el sellado de los 144.000 está, esencialmente, completo. Sin embargo, habrá que esperar que el discernimiento se haga pleno. Nunca se han llegado a entender las cosas durante el cumplimiento, sino poco después.

Eliseo estuvo trabajando en el puesto número 12 cuando estaba arando, así que es evidente que Eliseo, quien continúa la obra de Elías (la clase José), representa a la clase Benjamín. Es Eliseo el que, al fin de cuentas, llegó a ungir a Jehú como rey de Israel y a Hazael como rey de Siria. De igual manera, la clase Benjamín es la que anuncia que el Mesías ha llegado a ser rey, dentro de poco. Y, puesto que ya se ha dado a conocer que el Rey del Norte es Rusia, parece que la clase Benjamín ya está operando dentro de la congregación.

Mañana, 26 de abril, estaría terminando formalmente la Fiesta de los Panes No Fermentados, hasta donde tengo información, así que es probable que algo importante ocurra uno o dos días después. El precedente está en el ataque contra Jericó y el ataque de Roma contra Jerusalén, eventos que tuvieron lugar el 23 de Abib.

Sigamos adelante. No nos durmamos. Los tres años y medio de la Hora del Juicio podrían, realmente, haber comenzado... O comenzar en unos días.