33 años

Saludos a todos, sea quien sea que me esté leyendo. Que su vida tenga propósito en relación con Yehóvah y el Reino del Mesías, que viene pronto.

En las Escrituras percibimos la sombra de la importancia de los 33 años de edad. En el caso de Yeshúa el Mesías, vemos que él inició su obra cuando estaba muy cercano a los 30 años y, luego, vemos que su ministerio público duró alrededor de tres años. Luego, vemos esta organización de la línea de la Simiente Prometida:

1. Adán
2. Set
3. Enós
4. Quenán
5. Mahalalel
6. Jared
7. Enoc, el séptimo en línea desde Adán
8. Matusalén
9. Lamec
10. Noé (Generación 10)
11. Sem
12. Arpaksad
13. Selah
14. Éber
15. Péleg
16. Reú
17. Serug
18. Nacor
19. Taré
20. Abrahán (Generación 20)
21. Isaac
22. Jacob
23. Judá
24. Pérez
25. Hezrón
26. Arní
27. Aminadab
28. Nahsón
29. Salmón
30. Boaz (Generación 30)
31. Obed
32. Jesé
33. David (Generación 33)

David es la Generación 33.

Abrahán, Noé y Boaz (el esposo de Rut la moabita) se posicionan en generaciones muy representativas, a saber, la 10, la 20 y la 30, respectivamente.

Por otro lado, siguiendo la secuencia de esta lista, según Lucas 3 (eliminando, por supuesto, al Cainán que está erróneamente entre Arpaksad y Selah), vemos que Yeshúa es la Generación 75.

Ahora bien, en el número de varones que salieron en el Éxodo de Israel, tenemos 603.550, un número que es 50 veces 12.071 (33 años y 18 meses). La división entre 50, en mi percepción, es correcta, porque vemos evidencia indirecta en el caso del primogénito, Rubén, que tiene una correspondencia con Adán. La tribu de Rubén estuvo conformada por 46.500, es decir, 930 cincuentenas, las cuales corresponden con los 930 años de la edad que alcanzó Adán.

Entonces, parece ser que los 603.550 varones no solamente representan el tiempo que tuvo que transcurrir formalmente para la existencia de la nación de Israel, sino también una edad amplificada 50 veces, la cual tendría que haber sido de 12.071 días, o mejor dicho, 33 años solares y 18 días.

Es probable que ésa haya sido la edad que tuvo Adán cuando fue expulsado del Jardín de Edén, porque, al final de cuentas, Israel es una representación colectiva de Adán.

Ahora bien, en la cronología original, Israel ingresó en la Tierra Prometida en Abib de 1473 aEC, exactamente 2520 años (o siete Tiempos de 360 años) contados desde Abib de 3993 aEC. Es por esa razón que se ha considerado adecuado entender que en el momento de su expulsión, Adán tenía 33 años y 18 días. Tomado esto en su sentido más simple, esto estaría diciéndonos que Adán comenzó la cuenta de sus días 33 años y 18 días antes de un día de Abib de 3993 aEC, lo que sugeriría que esa cuenta comenzó en Abib de 4026 aEC.

El Modelo del Santuario, hasta donde se sabe, tendría que haber comenzado en Etanim de 4026 aEC, en un tiempo en el que el primer mes era Etanim y no Abib. Sin embargo, 2520 años antes de Abib de 1473 aEC es Abib de 3993 aEC. En mi opinión, todo esto tiene que ver con la forma de ver la cuenta del tiempo, y quizás sea irrelevante si fue Abib o Etanim... Lo importante es que apunta a 4026 aEC.

Bueno, en todo caso, pensemos de forma cándida. Se sabe que el Príncipe del Ejército de Yehóvah, que fue el Mesías en su existencia prehumana, se presentó ante Josué el día 16 de Abib de 1473 aEC, lo cual sugiere que el principio de esos 2520 años debió de ser el 16/17 de Abib de 3993 aEC. Si nosotros vemos el calendario lunar hebreo en 3993 aEC, veremos que hubo luna nueva el día 25 de marzo. En consecuencia, el 1 de Abib fue el 27 de marzo y el día 16 de Abib habría tenido que ser el 11 de abril.

Ahora, si retrocedemos 33 años solares y 18 días desde el 11 de abril de 3993 aEC, llegaremos al 24 de marzo de 4026 aEC como punto de partida. Luego, en el año 4026 aEC, el día 1 de Etanim fue el 24 de septiembre, es decir, medio después del 24 de marzo. Así pues, como que hay un tipo de inconsistencia, pero que puede ser, como dije, una cuestión de percepción.

Una posibilidad es que la vida de Adán tuviese su comienzo el 1 de Etanim de 4026 aEC como si fuera el primer mes, y que su expulsión ocurriese el 16 de Etanim de 3993 aEC, en una fecha muy parecida a la de la caída de Babilonia (16 de Etanim de 539 aEC). Luego, la entrada de Israel tendría que haber ocurrido, si no hubiese habido un cambio en el principio del año, en Etanim de 1473 aEC, pero, debido a ese cambio, se adelantó seis meses lunares. Es mi opinión.

Ahora bien, esos 33 años y 18 meses representaron 603.550 días, es decir, 1652 años solares y 170 días. Si estos se hubieran contado desde Etanim de 4026 aEC, habrían terminado en marzo de 2373 aEC, lo cual significaría que la Hora del Juicio para el mundo antiguo duró tres años, desde la primavera de 2373 aEC hasta la primavera de 2370 aEC, cuando vino el Diluvio.

Todo esto es una simple percepción, y algo de lógica debe de tener.

Por otro lado, tenemos el paralelismo del templo de Yehóvah, que Salomón levantó. El templo habría sido inaugurado en Etanim de 1026 aEC, unos 3000 años desde Adán. Luego, fue profanado por el Faraón Sisaq, una representación de Satanás, a los 33 años, en 993 aEC, es decir, 3000 años después de la expulsión de Adán, lo cual tiene sentido. El año 5 de Rehoboam fue, según la Cronología que hemos manejado desde antes, 993 aEC, precisamente cuando ocurrió esta invasión de Sisaq.

Así pues, con estos razonamientos sencillos, no nos queda más opción, por ahora, que seguir considerando válidos los 33 años de edad que tenía Adán cuando fue expulsado del jardín de Edén. O, por lo menos, a eso apuntan las claves cronológicas... O, quizás, esa es la intención de tal información para que podamos comprender cómo ocurrieron los principios escondidos del propósito de Yehóvah sobre estas cosas.

Vivimos en tiempos cruciales. No es correcto tropezar por inconsistencias cronológicas, sino tener la mente abierta para ir aumentando nuestro entendimiento. Vale la pena equivocarse, si es que esos errores permiten entender mejor lo que será revelado pronto.