jueves, 21 de junio de 2018

Joyas cronológicas de Génesis (Parte 1)

Joya 1
LOS DIAS CREATIVOS DURAN 7.000 AÑOS (probablemente)

El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. En su estado perfecto, el hombre imita a Yehóvah en todo, así como lo mostró Jesús. En ese sentido, existe un Día de Descanso para el hombre, el cual dura 1.000 años. Y este es el séptimo milenio de su Semana, así que hemos de asumir, coherentemente, que la historia del hombre dura 7.000 años. Los primeros 6.000 años de este período comenzaron después de la creación de Adán, su esposa, y el nacimiento de sus primeros hijos. Y esto nos hace pensar que esos 7.000 son el Día de Descanso de Yehóvah, el séptimo de sus días de la creación.

Nos encontramos todavía en el año 6043 de Adán. Entre septiembre y octubre de este año comienza el año 6044, siendo Etanim (Tishri) el primer mes del año.

Es posible, aunque es especulativo por ahora, que el Milenio del Mesías también se divida en siete períodos de igual duración (aproximadamente 143 años). Pero también me parece interesante ver cierta relación entre la Semana de la Creación y la Semana del Hombre. Estos son los eventos de la Semana de la Creación:

  • Día 1: Se efectúa una división entre la luz y la oscuridad.
  • Día 2: Se hace la división entre las aguas de arriba y las de abajo.
  • Día 3: Aparece la tierra seca. Aparece la vegetación.
  • Día 4: Aparecen las lumbreras y las estrellas.
  • Día 5: Enjambran criaturas marinas y criaturas voladoras.
  • Día 6: Aparecen criaturas terrestres. Se crea al hombre como macho y hembra.
  • Día 7: Yehóvah descansa.
Pues bien, entendemos que el Séptimo Día probablemente comenzó en el año 50 de Adán, así que el hombre habría sido creado hacia la parte final del Sexto Día, al iniciarse los últimos 50 años de ese enorme período de 7.000 años. Y hoy, cuando nos acercamos a la parte final de nuestro sexto milenio, vemos que Yehóvah, mediante el Mesías, está creando una versión final del hombre completo, a saber, la Simiente Prometida, el Hijo del hombre. En proporción, los últimos 50 años de un período de 7.000 años serían como los últimos 7 años de un período de 1000 años, así que es probable que exista una relación válida. 

Refinando un poco la idea, parece que es adecuado dividir 7.000 años entre 49 para ver la proporción obtenida, y así aparece 142,86. Y si usamos este número para dividir 1.000 años, obtendremos 7 años. Entonces, en mi opinión, los últimos 7 años vienen a ser los 7 años del Hijo del hombre, que al parecer comenzaron en Etanim de 2017 y terminarán en Etanim de 2024.

Ahora bien, he notado lo siguiente en el caso de la Semana del Hombre:
  • Milenio 1: De 3977 a 2977 aEC.
  • Milenio 2: De 2977 a 1977 aEC. Aquí aparece Noé y ocurre el Diluvio de aguas.
  • Milenio 3: De 1977 a 977 aEC. Aquí se materializa el Santuario de Israel.
  • Milenio 4: De 977 aEC a 24 EC. Aquí nace el Mesías (como la Luna, el Testigo Fiel).
  • Milenio 5: De 24 a 1024 EC.
  • Milenio 6: De 1024 a 2024 EC. Se completa el Hijo del hombre.
  • Milenio 7: De 2024 a 3024 EC. El hombre descansa.
Al comparar esta secuencia con la de la semana de la creación, me da la impresión de que existen algunos patrones que tienen sentido. Sin embargo, mi entendimiento es corto sobre esto. Estoy publicando esta información por si alguien en algún futuro cercano logra deducir con más claridad más claves sobre el estudio de los tiempos en la Biblia.

Cabe mencionar lo que da a entender este pasaje bíblico:

Esta es una historia de los cielos y la tierra en el tiempo en que fueron creados, en el día que Jehová Dios hizo tierra y cielo. (Génesis 2:4.)


Allí dice que Yehóvah hizo "tierra y cielo" en un día. Entonces, parecería que también los días creativos pertenecen a un Día más grande todavía. Y eso supondría que para Yehóvah ese Día podría durar 49.000 años. Y entonces, esa enorme Semana sería de 343.000 años. 

Este otro pasaje también es significativo:

Porque mil años son a tus ojos solo como el día de ayer cuando ha pasado, y como una vigilia durante la noche. (Salmos 90:4.)


Había tres o cuatro vigilias en una noche, según las Escrituras. Así pues, podría deducirse que un día tenía siete segmentos o partes. Entonces, si 1.000 años es como un día, entonces hay base para dividir esos 1.000 años en siete partes. Lo que es más, cada uno de esas "vigilias", por decirlo así, puede ser de 1.000 años y eso nos lleva al enorme Día de 7.000 años en el que vivimos, el cual es la Semana del Hombre.

Joya 2
LOS 1655 AÑOS DESDE ADÁN HASTA EL DILUVIO

La lista de generaciones que hay en Génesis 5 nos permite ver claramente que hubo 1056 años entre Adán y Noé. También, saber que el Diluvio ocurrió en el año 600 de Noé nos permite ver que el mundo antiguo duró 1655 años. Pero también nos permite descubrir un secreto sobre este período, y ése es que tiene ESTRUCTURA. Las edades de los personajes que conformaron la línea de la descendencia desde Adán hasta Noé fueron predeterminadas por Yehóvah, No fueron casuales.

Una de las estructuras más importantes es ver que hay 1290 años entre Adán y la muerte de Mahalalel, y luego vienen 365 años más. Y este último dato tiene que ver con un Año de Años. No es simple coincidencia, porque ésa fue la edad que alcanzó Enoc antes de ser "transferido", a saber, 365 años.

Ahora bien, un Año de Años Solares es 365,242189 años, y esto es 365 años solares y 88 días y medio, es decir, tres meses lunares. Es de interés ver que cuando retrocedemos un Año de Años Solares desde el mes del Diluvio (octubre/noviembre de 2371 aEC), llegamos al mes de julio/agosto de 2736 aEC, cuando Mahalel murió, con toda probabilidad. A su vez, 1290 años completos hacia atrás nos lleva a julio/agosto de 4026 aEC como el tiempo del principio de los 930 años de Adán.

Este Modelo de los 1655 años nos da un indicio sobre cómo estructura Yehóvah los tiempos. Es evidente que desde Jesús hasta el Tiempo Final hay también 1655 años, pero a eso se le ha agregado otro Año de Años Solares. Y si tomamos como referencia julio/agosto de 4026 aEC entonces tenemos julio/agosto de 1 aEC como el tiempo de inicio para contar estos 1655 + 365 años. Y esto nos lleva a la siguiente fórmula:
  • 1290 años
  • 365,242189 años
  • 365,242189 años
En total, tenemos 2020 años y seis meses lunares que contados desde julio/agosto de 1 aEC nos llevan a enero/febrero de 2021.

Joya 3
EL AÑO 600 DE NOÉ

En el juicio de Dios contra el mundo antiguo hay datos cronológicos que nos dan luz sobre lo que podría ocurrir en los tiempos finales. En primer lugar, tenemos que el Diluvio ocurre en el año 600 de Noé, y esto no es simple causalidad. Lo que quiere representarse es que el fin viene en el decenio 600 de la humanidad.

El decenio 600 comenzó en Etanim de 2014. Entendemos que el día 17 del segundo mes, desde el ángulo de los decenios, sería más o menos a los 470 días desde el principio del decenio. Pero téngase en cuenta que el segundo mes actualmente es el octavo, así que corremos media década desde Etanim de 2014 y llegamos a Etanim de 2019. Desde aquí contamos 470 días y llegamos a enero/febrero de 2021.

Algo más que se deduce del conocimiento sobre Noé y su año 600 es que el fin vendría a los 100 años después que Noé comenzó a engendrar sus hijos. Y eso tiene que ver con la clase de los escogidos, la cual nació entre 1918 y 1919. Ya estamos por ver el final ahora que estamos en 2018.

Joya 4
ENÓS Y ENOC

El profeta Enoc comenzó su obra profética exactamente a la mitad de la vida de Enós. Esto ocurrió porque la vida de Enós fue una representación de la Era del Pacto Abrahámico. De hecho, la Biblia dice que en los días de Enós los hombres comenzaron a invocar el nombre de Yehóvah, una acción asociada de manera especial a este Pacto. Se sabe que Abrahán invocó el nombre de Yehóvah desde 1943 aEC en adelante.

Cabe decir que no es la única vez en la Biblia donde observamos a un profeta actuando en el centro de un período asociado al Pacto Abrahámico. Ocurrió lo mismo con Elías, quien profetizó en 939 aEC, y así sucede también con el caso de la congregación cristiana, que nació después del Pentecostés del 33 EC.

Joya 5
MATUSALÉN

Matusalén nació a los 687 años desde Adán. Su vida terminó en el año del Diluvio (2371 aEC). Puede intuirse que Matusalén fue un hijo profético de Enoc. Él moriría al llegar el fin del mundo antiguo.

Hoy Matusalén representa, hasta donde se ve, el Domo o Cúpula de la Roca, cuya construcción comenzó a los 687 años desde Jesús. Al llegar el fin de los tiempos, esa construcción islámica será destruida.

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