En mi opinión, YEHOVAH permitió que tomásemos el año 1513 aEC como el año del Éxodo porque, si hubiera sido 1516 aEC, con relativa facilidad habríamos visualizado los 930 años que hubo hasta la desolación de Judá. Eso habría establecido un paralelismo con Adán, quien vivió 930 años. Y con eso se habría generado dudas sobre 607 aEC. [Los JW.ORG me entienden en esto.]
Lo mismo con los 1000 años del sacerdocio de Israel, desde Abib de 1515 aEC hasta Abib se 515 aEC. Hubiera sido demasiado evidente.
Resulta curioso ver que hay 490 años entre el templo de Salomón y la caída de Babilonia. Pero sobre eso no hablaremos hoy. Más bien, hablaremos sobre los volcanes.
La Biblia predice que el fin de los cielos y la tierra actuales, es decir, el Sistema, vendrá con fuego. En realidad, el fuego aparece repetidas veces en algunos simbolismos, como el de la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Es de interés recordar que la erupción del volcán de la isla de Santorini tuvo lugar más o menos unos 1500 años antes de nuestra era común. Eso coloca este evento en los días del Éxodo.
Su impacto fue tan grande que hay quienes piensan que eso llevó al colapso del antiguo Egipto y de muchos pueblos del Mediterráneo. No me extrañaría que YEHOVAH haya utilizado este volcán como medio para traer las plagas que le vinieron al Egipto de los días del Éxodo.
Con este posible precedente, pareciera que nos acercamos a un Diluvio de fuego. Cada vez tiembla más la tierra, y cada vez se activan más volcanes. ¿Será posible que estemos viendo ya la manifestación de los medios que YEHOVAH utilizará para destruir las ciudades?
En el Modelo del Diluvio vimos la representación de 6047 años, seguidos por 1335 días del Arca de Noé de nuestros días. Esto no es algo que uno descubre todos los días, pero da qué pensar.
Pensábamos que estos 6047 años terminarían en octubre de 2022, pero actualmente no estamos seguros de nada. Creo que nos estamos acercando al entendimiento final sobre la estructura de los tiempos designados, pero sólo queda esperar algunas señales especiales para ello.
Una de estas señales podría ocurrir a los 726.600 días desde el sacrificio de Yeshúa. Si realmente ocurrió en el año 30, entonces la luna llena del 15 de agosto podría ocurrir algo. Y si no es así, esperemos hasta el 1 de Etanim de 2019.
Somos espectadores de los eventos. No somos profetas inspirados. Así pues, si nos equivocamos es sólo porque no lo entendemos todo. Aún así, es importante confiar en la precisión de la cronología, siempre y cuando tengamos la correcta.
Desde aquí en adelante, sólo queda esperar.
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